Caso de niño indígena muestra prácticas contra ambulantes

01/08/2013 - 11:54 am

San Cristóbal de las Casas, Chis., 1 Ago. (Notimex).- El caso del niño Feliciano agredido por un funcionario municipal de Villahermosa, Tabasco, pone al descubierto las prácticas que se han generalizado en diversas ciudades del país en contra de ambulantes, afirmó una organización civil.

En un comunicado, Melel Xojobal A. C., organización que trabaja en la promoción y defensa de los derechos de la infancia y juventud en esta ciudad, reprobó también el tratamiento que se le ha dado al menor, originario del Paraje Romerillo, municipio de San Juan Chamula.

Reprobó el inapropiado tratamiento que algunos medios electrónicos de comunicación han dado al caso, “exhibiendo al niño y colocándolo en una situación de revictimización que violenta sus derechos, particularmente el principio del interés superior del niño y su derecho a la intimidad”.

Además, opinó la organización, simplifican la situación de la infancia trabajadora en el país e “invisibilizan su condición como sujetos de derechos”.

Afirmó que cada vez son más las niñas, niños y adolescentes, en particular indígenas, quienes se integran al trabajo en el ámbito informal en búsqueda de mejores condiciones de vida para ellos y sus familias.

Detalló que actualmente en Chiapas hay 82 mil 276 niños de cinco a 14 años que realizan alguna actividad económica o trabajan, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En San Cristóbal de las Casas, de acuerdo con el último conteo realizado en 2012 por Melel Xojobal, dos mil 472 niños y niñas trabajan, mil 201 acompañan a sus familiares mientras realizan sus actividades laborales y más del 92 por ciento son indígenas.

Consideró que en tanto los gobiernos de los tres niveles vean en el trabajo infantil “la irresponsabilidad familiar” y no establezcan políticas sociales integrales que contrarresten el deterioro de vida y la exclusión social, las acciones para cambiar esta realidad serán limitadas y en muchos casos violatorias a los derechos humanos.

Aseguró que la entrega de becas y apoyos específicos de los gobiernos federal y estatales, así como los regalos que han hecho algunas televisoras al niño y su familia son sólo paliativos.

Refirió que “son acciones paliativas que no resuelven de fondo la problemática de marginación y exclusión social de más de tres millones de menores que laboran en el país”.

en Sinembargo al Aire

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